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Miembro de esa generación de artistas ecuatorianos que nació inmersa en el dramático síndrome del “Realismo Social”, Bolívar Mena Franco pudo -desde que estudiaba en la Escuela de Bellas Artes de Quito- adoptar una tendencia muy particular y propia que ha caracterizado toda su obra, dotándola de amaneramiento, estilización y gran personalidad.
“Pintó Mena Franco en la hora del vuelco expresionista indios con pies enormes y gestos amargos, pero, por composición, color y tratamiento de la materia, sus telas fueron más decorativas que brutales” (Hernán Rodríguez Castelo.- El Siglo XX en las Artes Visuales de Ecuador, Banco Central de Guayaquil).
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